Lo que queda del día 4K 1993

¡Esta es probablemente la mejor adaptación de un libro que he visto nunca! Es una película maravillosa. Muy talentosa. Muy buena. Es como si un diamante (el libro de Ishiguro) hubiera encontrado un marco decente. Cuando el pensamiento es sin duda perfectamente llevado a la práctica, y la teoría no es inferior a la práctica. Cuando el juego de actores no distorsiona la esencia de los personajes, sino que los complementa. Cuando pequeñas incoherencias en la historia y el libro no estropean la idea general, sino que la filigranan para enfatizarla. En definitiva, esta es realmente la mejor adaptación...

¿Puedo decir que la película es aburrida? ¿Se hace larga? De hecho, si lees el libro, está claro que la trama es incluso dinámica para una novela de este tipo. Ishiguro escribe sin prisas, con mesura, y los pensamientos se extienden con más cuidado. Las experiencias interiores, los recuerdos ocupan mucho más espacio que la dinámica de la trama. Y el director no privó a la película de este giro japonés-inglés. Su atención a las minucias, que deprime a los cinéfilos, es la única característica importante que hace que la película sea lo más realista posible. El director consiguió duplicar los pensamientos y las experiencias que se desprenden de la lectura de "El resto del día". En mi opinión, es simplemente asombroso. Es realmente difícil, y si has leído a Ishiguro, sabrás de lo que hablo. Una novela tan "interior" es muy difícil de traducir en imágenes y dibujos de forma que no se pierda la especificidad de pensamiento del autor.

Lo más importante, por supuesto (que sería impensable dejar de lado al hablar de esta película) es la actuación de Anthony Hopkins. Nadie duda de su talento. Y limitarse a cantar sus alabanzas, tal vez, sería muy banal. Pero comparando al héroe del libro y al héroe de Anthony Hopkins, a simple vista se notará que Stevens está más vivo. Más "humano". Más real. Y esas emociones, esos sentimientos que el mayordomo oculta a todos, incluso a sí mismo, se cuelan en el libro de forma tan insignificante que la imagen de un hombre imperturbable, cerrado. Ermitaño. En la película, Hopkins muestra abiertamente esas emociones. Abiertamente, sin embargo, la necesidad de poner una cita, porque es "abierto" para los estándares del mayordomo Inglés - con sus ojos. Pausas. Movimientos de la mano. Una mirada fugaz. Pero todo queda claro. Aunque puede, dirán algunos, trastocar la idea de la película. Yo no lo sé. En mi opinión, el papel está interpretado a la perfección.

Quiero decir que sin el libro, no recomiendo ver la película. Sin el libro, muchas cosas pueden malinterpretarse, y viendo la película no conocerás la filosofía interna de Stevens que hizo que tanto el libro como la película fueran únicos.